Ya estoy preparado. Quizás debiera poner que estoy listo, porque preparado no estoy para lo que se nos avecina. Pachuco está afeitándose. No, no se está quitando la perilla. Está “cortándose” el pelo.
Hasta ahora, no había pensado detenidamente en ello, pero lo primero que tenemos que hacer es deshacernos de, al menos, una persona. Deshacernos es un eufemismo, en mi cabeza tengo claro que lo que tenemos que hacer es volverlo a matar. Pero, ¿cómo se mata a alguien? ¿Será rápido? ¿Estaremos ahí diez minutos dándole golpes? ¿Con uno será suficiente? ¿Se defenderá? En la teoría todo parece más sencillo. En las películas, Steven Seagal rompe brazos como el que rompe un trozo de pan, pero no me creo que yo que se a tan fácil eso. Por muchas artes marciales de esas sepas.
Creo que esta es mi última entrada en este blog, suponiendo que allí no haya un ordenador desde donde pueda conectarme. Siempre puedo seguir contando la experiencia de vivir en un mundo que se ha ido a la mierda, o eso creo. No sabemos cuánta gente ha sobrevivido. Creemos que poca, porque hace días que no echan nada en la tele. Solo funciona el apartado de “videoclub” de ONO. La radio no coge ninguna emisora.
El libro este de marras dice que necesitamos una radio de onda corta. Claro, yo preferiría tener un helicóptero y saber pilotarlo, pero no va a ser así. Ese libro dice unas cosas nada reales. A ver, de dónde vamos a sacar una recortada, o una motosierra. Vivo en una ciudad, no hay apenas árboles, además, si quiero madera, pues voy a una carpintería. Además, para qué quiero ir yo a una carpintería, si puedo comprarme el mueble en la tienda. No necesito una motosierra. Bueno, y lo de la recortada, o la escopeta, ni hablamos. Si quiero carne, no necesito una escopeta para ir a cazar ciervos al campo. Aun así, nos llevamos el libro, que nunca se sabe.
A parte del agua y la ropa de abrigo, llevamos las cuatro latas de conservas que nos han sobrado. También, nos hemos hecho unos bocadillos de queso. No había otra cosa. Pan duro y queso. Y cuando digo duro, es duro. No hay otra cosa. Hace días que dejó de ser comible, pero bueno, si se moja un poco, se podría comer. Algo de energía apartará en caso de necesitarla. Ya se que para una hora de viaje, todo esto no es necesario, pero prefiero ser previsor. No sabemos qué habrá ahí fuera.
Voy a mirar en Internet a ver qué pasa en el mundo.
Todo sigue igual. Al final se va el mundo a la mierda y jamás sabremos el resultado de la trama Gürtel. Por lo menos no habrá otra reforma laboral. Al menos, no una en la que salgamos perjudicados los de siempre. No tengo correo. Era previsible. He probado en el Messenger y están los de siempre, pero sin contestar. He entrado en el facebook de Pachuco. Jajaja. Que mamón, lleva días publicando videos del Youtube. Por supuesto, nadie le ha escrito ningún comentario a ninguno. He mirado en la página esta donde suelo entrar yo, y lo mismo, todo el mundo hace días que no entra. Le he mandado un sms a Alberto para decir que prepare dos platos, que llegamos a la hora de comer.
Me he agenciado un cuaderno y un par de bolígrafos. Quiero escribir como hasta ahora cómo nos irán las cosas. Bien, acaba de salir este del baño.
Adiós.
Hasta ahora, no había pensado detenidamente en ello, pero lo primero que tenemos que hacer es deshacernos de, al menos, una persona. Deshacernos es un eufemismo, en mi cabeza tengo claro que lo que tenemos que hacer es volverlo a matar. Pero, ¿cómo se mata a alguien? ¿Será rápido? ¿Estaremos ahí diez minutos dándole golpes? ¿Con uno será suficiente? ¿Se defenderá? En la teoría todo parece más sencillo. En las películas, Steven Seagal rompe brazos como el que rompe un trozo de pan, pero no me creo que yo que se a tan fácil eso. Por muchas artes marciales de esas sepas.
Creo que esta es mi última entrada en este blog, suponiendo que allí no haya un ordenador desde donde pueda conectarme. Siempre puedo seguir contando la experiencia de vivir en un mundo que se ha ido a la mierda, o eso creo. No sabemos cuánta gente ha sobrevivido. Creemos que poca, porque hace días que no echan nada en la tele. Solo funciona el apartado de “videoclub” de ONO. La radio no coge ninguna emisora.
El libro este de marras dice que necesitamos una radio de onda corta. Claro, yo preferiría tener un helicóptero y saber pilotarlo, pero no va a ser así. Ese libro dice unas cosas nada reales. A ver, de dónde vamos a sacar una recortada, o una motosierra. Vivo en una ciudad, no hay apenas árboles, además, si quiero madera, pues voy a una carpintería. Además, para qué quiero ir yo a una carpintería, si puedo comprarme el mueble en la tienda. No necesito una motosierra. Bueno, y lo de la recortada, o la escopeta, ni hablamos. Si quiero carne, no necesito una escopeta para ir a cazar ciervos al campo. Aun así, nos llevamos el libro, que nunca se sabe.
A parte del agua y la ropa de abrigo, llevamos las cuatro latas de conservas que nos han sobrado. También, nos hemos hecho unos bocadillos de queso. No había otra cosa. Pan duro y queso. Y cuando digo duro, es duro. No hay otra cosa. Hace días que dejó de ser comible, pero bueno, si se moja un poco, se podría comer. Algo de energía apartará en caso de necesitarla. Ya se que para una hora de viaje, todo esto no es necesario, pero prefiero ser previsor. No sabemos qué habrá ahí fuera.
Voy a mirar en Internet a ver qué pasa en el mundo.
Todo sigue igual. Al final se va el mundo a la mierda y jamás sabremos el resultado de la trama Gürtel. Por lo menos no habrá otra reforma laboral. Al menos, no una en la que salgamos perjudicados los de siempre. No tengo correo. Era previsible. He probado en el Messenger y están los de siempre, pero sin contestar. He entrado en el facebook de Pachuco. Jajaja. Que mamón, lleva días publicando videos del Youtube. Por supuesto, nadie le ha escrito ningún comentario a ninguno. He mirado en la página esta donde suelo entrar yo, y lo mismo, todo el mundo hace días que no entra. Le he mandado un sms a Alberto para decir que prepare dos platos, que llegamos a la hora de comer.
Me he agenciado un cuaderno y un par de bolígrafos. Quiero escribir como hasta ahora cómo nos irán las cosas. Bien, acaba de salir este del baño.
Adiós.