Cómo pasa el tiempo. La verdad, que si no es con la pachorra que tenemos, no sabríamos cómo aguantar tanto en un sitio sin poder salir. Lo bueno de la gente que tiene dinero, es que poseen cantidad de cosas con las que entretenerse. No sabía que hubiese gente que se gastase tanto dinero en juegos de la Play 3. La mayoría no valen nada, pero como tienen muchos, nos hemos entretenido probándolos todos. Además, esta familia tenía una cantidad ingente de películas en DVD, eso si, leer no les debía gustar mucho.
Tenemos pensado salir en un par de días. No sabemos porqué, no funciona el gas y no podemos cocinar algunas de las cosas de las que disponemos. Solo podemos usar el microondas.
Por supuesto, hemos intentado ver la tele, pero no hemos cogido nada. Solo se ve la carta de ajuste. Es evidente que Internet funciona, pero no he podido comunicarme con nadie. Ninguno de los dos hemos podido.
Sabed que hemos hecho un amigo. Lo hemos llamado Bucle. Bucle es un señor de unos sesenta y tantos. Tiene el pelo canoso y no se peina desde hace unos días, al parecer. Viste pantalón verde de pana y usa zapatos. Lleva cazadora, y nos lo hemos imaginado con camisa de leñador de franela debajo. No tiene mentón, le falta medio brazo derecho y anda de medio lado.
Estábamos sentados en una de las habitaciones de arriba, hace dos días rebuscando algo que nos pudiera servir cuando lo vimos aparecer. Vino del pueblo que pasamos al llegar aquí. Tropezó con el coche. Se dio media vuelta, subió unos diez metros o así, giró, volvió a bajar y tropezó con el coche. Se dio media vuelta, subió unos diez metros o así, giró, volvió a bajar y tropezó con el coche. Se dio media vuelta, subió unos diez metros o así, giró, volvió a bajar y tropezó con el coche. De ahí su nombre. Lleva así desde que llegó. Incansable. Cuando se golpea con el coche da un gruñido. Lo que hace que se nos hiele la sangre, ya que, al no haber ningún ruido en la calle, se oye mucho más de lo que nos gustaría.
Tenemos pensado salir en un par de días. No sabemos porqué, no funciona el gas y no podemos cocinar algunas de las cosas de las que disponemos. Solo podemos usar el microondas.
Por supuesto, hemos intentado ver la tele, pero no hemos cogido nada. Solo se ve la carta de ajuste. Es evidente que Internet funciona, pero no he podido comunicarme con nadie. Ninguno de los dos hemos podido.
Sabed que hemos hecho un amigo. Lo hemos llamado Bucle. Bucle es un señor de unos sesenta y tantos. Tiene el pelo canoso y no se peina desde hace unos días, al parecer. Viste pantalón verde de pana y usa zapatos. Lleva cazadora, y nos lo hemos imaginado con camisa de leñador de franela debajo. No tiene mentón, le falta medio brazo derecho y anda de medio lado.
Estábamos sentados en una de las habitaciones de arriba, hace dos días rebuscando algo que nos pudiera servir cuando lo vimos aparecer. Vino del pueblo que pasamos al llegar aquí. Tropezó con el coche. Se dio media vuelta, subió unos diez metros o así, giró, volvió a bajar y tropezó con el coche. Se dio media vuelta, subió unos diez metros o así, giró, volvió a bajar y tropezó con el coche. Se dio media vuelta, subió unos diez metros o así, giró, volvió a bajar y tropezó con el coche. De ahí su nombre. Lleva así desde que llegó. Incansable. Cuando se golpea con el coche da un gruñido. Lo que hace que se nos hiele la sangre, ya que, al no haber ningún ruido en la calle, se oye mucho más de lo que nos gustaría.
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